Lo reconozco tengo un punto horterilla y sí, me gusta y siempre me ha gustado Luis Miguel.
Más aún desde que tuve la oportunidad de verlo en vivo en un concierto en Santiago de Compostela e incluso de recorrer la Catedral con él. Seguro que más de un@ no me cree, pero lo cierto es que fue tal cual. Y es que cuando el Sol de Mexico vino a la capital gallega quiso conocer nuestra famosa Catedral, así que una comitiva de la Xunta de Galicia lo acompañó en la visita y yo fui la única reportera que la cubrió. Es decir, que hice todo el recorrido a su lado, muy calladita para que no descubriera que una periodista estaba en la visita, pero con los ojos y los oídos muy abiertos para no perderme ningún detalle. Cuando el cantante llegó a la entrada de la plaza de La Inmaculada no me defraudó. Era tal y como me esperaba. Lucía moreno a lo Julio Iglesias, con su pelo engominado y peinado hacia atrás y vestía un traje oscuro de raya diplomática muy en su línea.
Recuerdo que se quedó un tanto decepcionado cuando vio el Botafumeiro descolgado sobre el suelo empedrado de la Catedral y preguntó si no podría verlo en movimiento, y fue cuando le explicaron que sólo funcionaba en algunas Misas del Peregrino. Cuando bajó a ver el sepulcro del Apóstol Santiago se apresuró a preguntar si era de plata y estuvo muy atento a las explicaciones que le daban. Al salir, al contrario de lo que muchos esperaban, se paró a hablar con la prensa, pero tuvimos la mala suerte de que la primera periodista que intervino no estuvo muy avispada y le preguntó directamente por su vida personal, con lo que el cantante huyó despavorido del mar de micrófonos que lo rodeaban.
Por eso, cuando vi que Netflix tenía una serie sobre el artista mexicano y después me enteré de que él mismo había colaborado con la cadena en la producción me sorprendí mucho, porque era conocedora de que siempre había sido una persona extremadamente reservada con su vida privada.
Antes de ver la serie sabía que había tenido problemas con su padre y que su madre había desaparecido sin dejar rastro, pero no me imaginaba hasta que punto su vida había sido complicada. Por ejemplo, no tenía ni idea de que había empezado a cantar tan joven y mucho menos del brutal ritmo de trabajo al que lo sometía su padre.
La serie me ha descubierto a un Luis Miguel completamente desconocido y lo mejor de todo es que gracias a ella el astro mexicano ha vuelto ha renacer musicalmente. De hecho, la generación de los millenials se ha convertido en una fiel seguidora de la serie de Netflix y ha provocado que sus canciones vuelvan a sonar. La serie ha tenido tanto éxito, que según parece ya se está trabajando en la segunda temporada. Yo desde aquí os la recomiendo encarecidamente, porque seguro que os va a sorprender.
Luis Miguel hace unos años